El techo es un elemento crucial para cualquier casa o vivienda, tan importante como los cimientos o las paredes. Su función principal es lógicamente la de cubrir la parte superior de los interiores, e independientemente de los materiales que puedan emplearse para su construcción, existen también diversos diseños, cada uno de ellos con sus ventajas y desventajas. En este artículo, repasaremos algunas de las cualidades más salientes de algunos tipos de techo entre los que puedes optar para tu futuro hogar.
Estos techos son bastante comunes y se componen de una estructura de madera cubierta con tejas. Además, suelen contar con aleras que se proyectan fuera del edificio para sumar atractivo visual.
Las aguas son las partes en las que se dividen los techos y tienen la función de permitir que el agua de lluvia drene. Se trata de un elemento crucial del diseño para evitar filtraciones y otros problemas de mantenimiento.
Esta es una opción válida especialmente para casas pequeñas, aunque también sirve para modelos de techos empotrados.
Quizás el modelo más utilizado, ya que para incorporarlo la vivienda debe tener como mínimo cuatro metros cuadrados, lo que es bastante habitual. Con esta instalación, es posible drenar agua hacia dos lados diferentes.
Existen dos estilos fundamentales de techos a dos aguas: el americano y el cangalha. Estas dos aguas se dividen mediante una línea central que se denomina cresta.
Los techos a dos aguas pueden construirse empleando diversas inclinaciones, y para cada uno de ellos existe una denominación:
Techo a dos aguas poco profundo: los que cuentan con una inclinación menor a 30°.
Nuevo alemán o techo en ángulo: inclinación de 45°.
Cuando la inclinación es superior a 62° se los denomina góticos o techo alemán antiguo.
Los techos con la forma de un triángulo equilátero y una inclinación de 60° se denominan Antiguo Franconiano o Techo Antiguo Francés.
Se trata de modelos recomendados únicamente para viviendas de grandes dimensiones. Como característica distintiva, se diferencian por su gran atractivo visual.
Para responder esta pregunta es necesario considerar que dependerá en gran medida de las dimensiones y la superficie de la vivienda. Básicamente, solo será posible sumar más aguas en la medida en que la casa sea lo suficientemente grande, por lo que siempre se debe priorizar lo arquitectónico y funcional sobre lo estético.
Nuestra recomendación final es que para todo lo que implique el diseño arquitectónico de tu futuro hogar o la ejecución de una reforma, siempre consideres recurrir a profesionales que puedan acercarte las soluciones más adecuadas tanto para tus necesidades como para tu presupuesto.
¡Esperamos que estos consejos te hayan sido de utilidad!