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Con el paso del tiempo, más a propósito que por ca­sualidad, los cambios que ha experimentado el Jeep Wrangler realmente no han sido ni tan radicales ni tan evidentes en el exterior.

La evolución de su fiso­nomía no ha sido lo suficien­temente drástica como para identificarla a simple vista de un año a otro, debido a que los diseñadores de la firma estadunidense han tratado de conservar su legendaria silueta, aquella que nació en un vehículo inspirado con fines militares, pero que al terminar la Segunda Guerra Mundial, se quedó como hé­roe de acción al servicio de los civiles, pues su fama de irrompible era una excelente carta de presentación.

Sin embargo, esto no quiere decir que el macho alfa de la manada Jeep no se haya sometido a toda cla­se de cirugías y actualizacio­nes que, sin quitarle fuerza, han buscado domesticar a la bestia, para hacerlo más có­modo, versátil y funcional, a base de tecnología, de elec­trónica y de innovaciones que luchan por hacer la vida a bordo más sencilla.

Y es que la marca más po­pular de vehículos todote­rreno en el mundo no está acostumbrada a quedarse con las ganas de nada, pues su espíritu aventurero se lo prohíbe, y así fue como llega­mos a su más reciente actua­lización, la cual, ejecutando un movimiento estratégico, bañó de pintura al Wrangler para dejar al poderoso 4x4 vestido de rosa.

El capricho de pintar un Jeep de rosa no pretende en­gañar a nadie, pues será una edición especial que busca enfatizar un par de innova­ciones que se incorporaron al portafolio de productos de Jeep en nuestro país. Por un lado, y como el nombre de esta edición limitada lo indi­ca, reconfiguró el techo del auto para hacerlo Sky Free­dom y dejar el auto a cielo abierto, sin mayor esfuerzo que el de presionar un bo­tón, el cual, de forma elec­trónica, activa un motor que descapota al Jeep en unos segundos, incluso si está en movimiento, aunque por seguridad, no será a altas velocidades.

Por el otro, también incor­pora una actualización en la motorización, toda vez que la marca ha incorporado una hibridación ligera en el tren motriz de este Jeep, esto para mejorar el aprovechamiento de la energía.

No es un hecho menor que el nuevo Jeep Wrangler Tusca­dero Sky Freedom utilice una versión Rubicon para mate­rializar esta edición especial, la cual tiene toda la farma­cia para enfrentar cualquier aventura todo terreno, así como las condiciones más extremas fuera del asfalto, gracias a los huesos duros y perfectamente entrenados para la aventura, incluido un sistema Rock-Track 4x4 de última generación con ejes delanteros y traseros de alto rendimiento Dana 44, de ahí que el color, en todo caso, puede ser un truco engaño­so si es que queremos defi­nir sus capacidades por su tono de piel, pues ninguno de los autos de Barbie había incluido en su equipamien­to de serie una articulación y recorrido total de la suspen­sión optimizados con barra estabilizadora, que es posi­ble desconectar electrónica­mente, complementado por un cofre especial con ventilas funcionales Power Dome.

Para garantizar que este Wrangler ponga en alto la leyenda de la marca, los in­genieros decidieron colo­car bajo el cofre el ya bien conocido motor V6 Pentas­tar de 3.6 litros, el cual, para mejorar su desempeño, fue acoplado a una magnífica transmisión automática de ocho velocidades, así como al sistema Mild-Hibryd eTor­que, que tanto Ram como Jeep ya están utilizando en sus plataformas, de tal suerte que el conjunto entrega 285 caballos de fuerza, que en carretera nos brindaron un muy buen desempeño.

Al sacarlo a trotar a carre­tera y por momentos a cami­nos secundarios sin asfaltar, salió a flote su buena calidad de marcha, así como el aplo­mo con el que se planta en los rebases, en parte gracias a su puesta a punto que ya para nada es incómoda como en el pasado, además brilla la solvencia que le brindan 260 libras-pie de torque con las cuales incluso es capaz de remolcar hasta 1,587 kilo­gramos; la gran cantidad de asistencias electrónicas im­piden que este vehículo cuyo centro de gravedad es alto pierda compostura y se vuel­va certero en las maniobras, lo cual se agradece cuando se rebasan los 100 km/h.

Al interior hay detalles como el color café de los asientos que lo caracterizan y hacen único, como costu­ras y detalles que nos recuer­dan que estamos a bordo de un Tuscadero Sky Freedom, un auto que definitivamen­te amaría la pantera rosa y al que ya no hay que ponerle nada para hacerlo único.

Si de aventura se trata, este es un Jeep equipado, lo mismo para lucirse llegando a un club de playa para con­quistar una pool party, que saliendo a la jungla, las du­nas o la montaña, en cuyo caso nada lo detendrá, pues está listo para todo.

A diferencia del techo de otras ejecuciones y versiones del Jeep Wrangler, en las que el techo está dividido en tres paneles que se puede retirar manipulando unos broches que los anclan a la carroce­ría, para dejar la parte supe­rior de este todoterreno al descubierto, en el caso de la edición especial Tuscadero, las cosas son completamen­te distintas, pues en lugar de esos paneles cuenta con un toldo de apertura eléctrica denominado Sky Freedom Power Top.

Este dispositivo consiste en un techo de lona, confec­cionada en materiales repe­lentes al agua, resistentes a la intemperie y a la humedad, el cual cubre prácticamente toda la superficie del techo y que se puede guardar o des­plegar presionando un botón ubicado en el habitáculo, a la altura del espejo retrovisor.

Al hacerlo, bastarán unos cuantos segundos para que la lona se pliegue hacia la parte trasera, permitiendo que la luz natural ingrese y que el contacto con el exte­rior sea más directo.

Contar con un techo de estas características obligó a los ingenieros de la firma estadunidense a colocar refuerzos en esta parte de la estructura, de tal forma que la seguridad no se viera comprometida en caso de un impacto o de una volcadura, pues la dureza que un techo rígido agrega al conjunto se debe mantener.

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